miércoles, 25 de agosto de 2010

Una carrera hermosa



Les cuento que este fin de semana me llegué a La Cumbrecita, un lugar en el medio de las sierras cordobesas. La verdad, no conocía y no me imaginaba una gran cosa, pero al llegar me sorprendió lo lindo que es. Antes de seguir prefiero decirles a qué fuí. Me había inscripto en una carrera de 21 km, parte de una serie, que culmina a fin de año con una maratón de 42 km en Villa La Angostura, otro lugar de ensueño, pero que me parece que está lejos de mi bolsillo, muy lejos. Habíamos decidido ir en familia. Salimos de Mercedes el sábado casi al mediodía, viajamos tranquilos, conociendo los lugares que encontrábamos en el camino y arribamos cerca de las 4 de la tarde. El plan era retirar el kit de corredor, estar un rato conociendo y seguir hasta Córdoba ciudad para dormir.


Sigamos con el lugar al que fuimos. Luego de muchas curvas y bastante en subida, nos fuimos acercando.El paisaje que va apareciendo de a poco es más o menos así.



Soy conciente que la calidad de las imágenes no es óptima siquiera, pero son capturadas por mi hija con su teléfono y con el auto en movimiento, así que asumo la culpa de no tener algo mejor que mostrar.Ahora a lo nuestro. La carrera.


Amaneció el domingo con un día primaveral, llegamos a las 10 y la carrera comenzaba a las 11. Hice los últimos arreglos, cargué los geles, los auriculares por si necesitaba motivación al final y nos encaminamos a la largada. Aclaro, me encantaría escribir todos los detalles, pero va a ser en otra entrada, hoy estoy cansado. La carrera, hermosa. La disfruté, no corrí como un atleta, sino como alguien que va a disfrutar y aprender sobre esto, y más que nada, conocerse uno mismo, explorar los límites del propio cuerpo. Tardé 2:28 hs en hacer los 21 km, ya sé, parece que caminé casi todo el recorrido, pero lo hice tranquilo. Qué aprendí esta vez? ...que los calambres pasan, que se puede pasar a varios competidores al final, que estar bien hidratado desde el día anterior ayuda y mucho, que aunque parezca una zoncera hay que conocer bien el recorrido y programar la carrera, y varias cosas más.... Ahora me espera otra de 21 km en San Rafael, provincia de Mendoza en cotubre, y espero que alguna otra más antes de mi deseo o sueño que es la Cuatro Refugios en Bariloche en febrero. A esa la quiero correr y disfrutar.


Antes de cerrar, lo mejor de todo fue esto. No hay paisaje, ni clasificación, ni trofeo que se compare a compartir la llegada con los dos motivos de vivir de cualquier persona.



jueves, 5 de agosto de 2010

Vuelvo de a poco

He visto que no he escrito, y sin embargo siempre hay cosas sobre las cuales escribir y decir, así sea en silencio. De las cosas que más me gustan están las que se charlan en silencio. Más que gustarme, las disfruto.
Hay veces en que existe un silencio obligado, pero en un atardecer mirando el ocaso no hay nada que nos obligue a callar, salvo el momento. Esos silencios disfruto.
Muchas veces he dicho que me gusta el frío, y eso es algo que también se disfruta. Miren esta
foto del Morro.

La belleza misma del lugar invita a no decir palabra. Sólo escuchar.
Esa es una de las cosas que me entusiasmó para correr por la montaña. El silencio, sin palabras para decir, sin charlas a los gritos, sólo el viento.